No haré grandes cosas
que cambien al mundo
tal vez me recuerden,
solo por un segundo.
Recordando mi voz
recuerden mi risa
dibuje en sus rostros
una tierna sonrisa.
Tal vez no me vaya
después de partir,
recuerden batallas,
las que a mil viví.
Luchador incansable
de utopías ajenas
barcas abordables
siempre a duras penas.
Y rozando lo necio
luchando sin pena,
defender el precio
de algún alma buena.
Tal vez me recuerden
por amarles tanto,
amainar las penas
de sus desencantos.
Y me iré contento
por haber rozado
la vida de cientos,
dejarlos marcados...
con mi último aliento.
Kalec 2010
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