Cuando esté contigo
mi niña dorada
mostraras tu mundo,
de miel y manzanas.
Vendrás a mis brazos
feliz y contenta
me guiaras a campos
con aroma a mentas.
Cuando estemos todos
junto a tus hermanos
tu madre, mis padres,
y DIOS de la mano.
Viviré por siempre
como aquí he vivido
siempre saludando
sin haberme ido.
Amando a la gente
como aquí he amado
tratando a todos
como a mis hermanos.
Y hasta ese día
que mi amor profesa
cuando el mismo DIOS
cumpla su promesa.
Dale a tus abuelos
muchos besos míos
diles que los amo
que cuiden el nido.
Que ya no los lloro,
no por sufrimiento
pueden visitarme
y abrazarme en sueños.
Cuando estemos juntos
mi niña dorada
ya no dormiré
abrazando mi almohada...
A mi hija Debora.
La que creció con Dios...
Kalec 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario